PICNIC

Si el sábado pasado os proponíamos dormir las siesta, éste nos vamos de picnic, ya que organizar una salida al campo, a la playa o a un parque en la ciudad puede convertirse en un plan estupendo, una manera económica de comer fuera de casa, disfrutando del aire libre, la tranquilidad y en buena compañía. Hay ciertas claves para que un picnic no se convierta en comerse, simplemente, un triste bocadillo de pan con fiambre acompañado de una bebida refrescante. Escoger un buen entorno, un buen menú, y llevar contigo una serie de elementos que haran de tu salida a la naturaleza algo muy especial. Para transportar los alimentos que mejor que una cesta, con todos los detalles, una vajilla liviana y práctica, cubiertos, vasos, servilletas, … La comodidad es importante y para lograrla comiendo en el suelo, es indispensable un mantel o manta amplios y gruesos. Esto nos aislará de la humedad y la dureza del suelo, mantendrá a raya a las hormigas e insectos y evitará que tengamos que aguantar alguna piedra o raíz mientras estemos sentados.

DO NOT DISTURB… SIESTA

Con la llegada del buen tiempo nada apetece más que disfrutar de una siesta al aire libre, en la terraza o en un parque sin tener que salir de la ciudad, o mejor aún, en el campo o en una playa solitaria, donde sólo se escuche el sonido de los pájaros, el agua o del movimiento de los árboles… Pequeños placeres de la vida.

Y esa es la intención hoy, encontrar un lugar de ensueño (nunca mejor dicho) que se parezca a alguno de estos y dormir al fresco,… os animáis?